¿Hay que revisar las relaciones intergeneracionales?
Parece que ya van apareciendo
poco a poco comentarios, opiniones acerca de las consecuencias que está
teniendo aplicar medidas de corrección para superar esta crisis económica.
Hasta ahora lo habitual era el silencio, la “callada por respuesta” por parte
de los sesudos economistas financieros o de políticos que se limitaban a
relatar hechos, datos redundantes sobre la crisis pero en ningún caso plantear
las causas de esta crisis y hacer partícipes de sus planes a los ciudadanos. Joaquín
Estefanía nos da hoy su opinión en El País acerca de cuales son algunas de las consecuencias estructurales de la crisis en
España, según el informe de la FUNCAS. Según este informe parece que los
mayores en España no son el eslabón más débil de la cadena económica. El
informe “Generaciones y relaciones intergeneracionales” afirma que el papel de
los mayores en las familias se ha reforzado y que incluso son el eje
estabilizador de las familias. Me parece esta una interpretación sesgada,
demagógica y que no va precisamente en la línea de la búsqueda del
empoderamiento de este grupo social (el de los mayores). Es evidente que si los
mayores, con toda su desprotección por parte del (en vías de extinción) Estado
del Bienestar, tienen que apechugar con las consecuencias de la crisis en las
vidas de sus hijos y nietos, es para agradecérselo pero en ningún caso esta
actitud de los mayores debe dejar de verse como una carga más y muy pesada que
se añade a las deficiencias por no decir abandono de este grupo social que
sigue luchando contra la marginalidad en esta sociedad discriminadora. Que aquí
y ahora en nuestro País haya medio millón de familias sostenidas por “la
pensión del abuelo” y que sostenga al hijo, al nieto y al “dependiente” no es
causa de orgullo para todos en general y los abuelos en particular sino de todo
lo contrario, de sonrojo general.
El “estado de bienestar” a cuyo
amortajamiento nos están obligando a asistir ha hecho dejación de funciones en
muchas cuestiones pero particularmente en los jóvenes. Y, como consecuencia de
esa dejación tenemos “los ninis”. Ante tanta dejación no nos queda más remedio
que aumentar la “solidaridad intergeneracional”, de lo contrario este barco se
va a pique.
Joaquín Estefanía hace también
mención de otro informe, este de la OCDE (“panorama de la educación 2012) en el
que dice: “Casi uno de cada cuatro jóvenes entre 15 y 29 años (y el 29% entre
25 y 29) son nini. En niveles absolutos, casi dos millones de
personas”…mal futuro para este País a largo plazo….¿También los abuelos debemos
ser la solución de esta situación? ¿Debemos cambiar de metodología en la
investigación de las relaciones intergeneracionales? ¿Sirve de algo lo que
hemos estudiado sobre Intergeneracionalidad?...
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