domingo, 27 de enero de 2013

Amour




No voy a hacer una ficha técnica, ni un comentario cinematográfico, ni voy a hablar de la pertinencia de que gane uno o cinco óscares o no los gane. Simplemente me gustaría compartir emociones, sentimientos, miedos y sobretodo la reflexión que impone ver este film de Michael Haneke y que tan bien interpretan Jean-Louis Trintignant y la excepcional Emmanuelle Riva. ¿Se trata de una creación artística o es una desgarradora y descarnada historia del amor entre dos personas que llegan juntas al final de sus vidas biológicas? Si se trata de una creación literaria o fílmica es decir artística si se quiere, no cabe duda de que llega al fondo del tema; trata sin duda del sentimiento humano del amor en su máxima profundidad, llega al “aquello que nunca queremos pensar”, la verdad pura y simple sin adornos culturales (religiosos o morales). Sin duda amor y muerte andan juntos. Aunque en este caso no es la muerte la que arrebata al ser amado sino que por amor entrega a la amada a la muerte. ¿Pero la liberación del sufrimiento es a la amada o a sí mismo? ¿Es esto disociable? En esta pareja que aman, ¿son espejo y reflejo uno y otro? ¿Son uno solo? o esto es ya otra cosa: “amor romántico”… pasamos la vida buscando el amor, y a pesar de que todos decimos que  lo conocemos ¿lo llegamos a conocer? O nos quedamos enredados en el romanticismo!…
sed felices, manolo marzal.

1 comentario:

vicente barberá albalat dijo...

Estimado Manolo, tienes toda la razón del mundo.
He visto el film y me ha parecido una joya. Aunque haya muchos detractores del cine de Haneke, yo estoy del lado de los que lo admiran por su manera de contar las cosas y por la manera de enfocar temas tan relevantes y universales. La Cinta Blanca es un ejemplo de ello.

Sobre el amor ya sabes que hay una bibliografía inacabable desde los platónicos e incluso antes. El amor ha estado siempre presente en nuestras vidas, pero la trascendencia del concepto sublime del amor escapa a muchas personas que viven sin darle vueltas a al cuestión. Tú ya sabes lo que pienso al respecto y no voy aquí a exponer mi pensamiento. En último extremo, más allá de la película, es la extrema plasmación de la paz interior.
Perdona por el rollo y recibe mi mejor abrazo.