miércoles, 20 de agosto de 2008

qué pasa con la ciudadanía

qué pasa con la ciudadanía
A lo mejor, o a lo peor, lo que escribo se debe a que se trata de mi primer escrito del blog, y esto no quiere ser evidentemente una escusa. Quiero decir que se que no va a resultar apropiado, que no resultará adecuado a los tiempos que vivimos de "vacaciones", de desenfreno, de disfrute que, por otro lado nos merecemos, que resultará "raro". Pero lo que quiero decir y solo como reflexión, es que TODOS estamos de "vacaciones", TODOS necesitamos soltar el freno, TODOS debemos disfrutar, y TODOS nos lo merecemos. No unos más que otros, ni unos contra otros, ni, sobre todo, unos por encima de otros. No se si estaréis de acuerdo conmigo pero da la impresión de que la fiesta de unos no cuenta ni con el descanso, ni con la vida de los otros. Somos unos ciudadanos (en el sentido de que somos personas copartícipes de una vida reglada y asentada en la ciudadanía) a quienes se nos ha olvidado qué es esto de la vida en común; ciudadanos a quienes se les ha olvidado que nos hemos hecho a nosotros mismos precisamente por darnos normas que garantizan nuestras libertades. Que hemos crecido en el reino animal, separándonos de él gracias a la evolución de nuestro pensamiento que nos ha producido LIBERTADES y que nos ha producido la felicidad que da el sentimiento del reconocimiento del respeto mutuo.
Pues no se, o soy un extraterrestre o estoy entre bípedos implumes y no por ello menos peligrosos, incapaces de pensar que, gritar en vez de hablar, mear en la calle en lugar de buscar un local donde hacerlo, ensuciar asquerosamente con vómitos y con toda clase de restos de envases, sea de vidrio, plástico, papel, etc.y no limpiarlos, no solo molesta sino que incluso hiere la sensibilidad de los demás ciudadanos y que a ellos mismos los degrada a la categoría de seres asociales, que es lo más fuerte que se puede decir puesto que lo de mal educados, incívicos, gamberros y otros calificativos que oigo no me parecen muy adecuados por cuanto que creo que los rebaja a una edad, la adolescencia, que yo pienso no es correcta; ya están granaditos y bien formaditos-cicladitos.

Por otra parte tampoco soy capaz de pensar que lo hagan por provocación a la generación de sus mayores. Simplemente porque creo que no piensan, y por ello no creo que quieran revolucionar nada. Me da la impresión de que REVOLUCIÓN para estos seres debe tener más que ver con TACÓMETRO que con otra cosa. No saben lo que la vida les depara. Y eso es lo más triste, que no lo quieren saber

Pero, eso si, entre tanto los demás, como se dice en román paladino: A JODERNOS, o sea a seguir "con nuestras cosas" y a respetarles hasta que se hagan mayorcitos o sea que lleguen... a los cuarenta?

10 comentarios:

chelistamara dijo...

¡Que razón tienes!.
Que tengas suerte con el blog. Me ha gustado mucho el comentario que has dejado en el blog de María Amelia.

¡¡SUERTE!!

CHELIS

manolo marzal dijo...

Muchas gracias "Chelis" por tu deseo de buena suerte. Lo de María Amelia es que me dejó asombrado. Estoy precisamente ocupado en temas relacionados con las personas que en muy poquitos años serán "mayores", y esta mujer a sus 95 años es todo un "faro" para orientar el trabajo. Porque es obvio que si no luchamos nosotros por nuestras necesidades de futuro nadie lo va a hacer...Y de entre todas las organizaciones de mayores que hay te recomiendo a la UDP (Busca sus estatutos en la Web)

David dijo...

Buena suerte...estamos en camino..
David.
http://con20kmenos.blogspot.com

manolo marzal dijo...

MUNDOMAYOR

No es una nueva palabra, pero sí es una palabra que va teniendo un nuevo sentido. No por cuantos más somos, que también, sino por eso que somos: MAYORES.
Un amigo mío, Juan, médico de profesión y escritor, en la dedicatoria de un libro suyo que está próximo a editarse cita lo siguiente:

“La vejez es honorable si ella misma se defiende, si mantiene su derecho, si no es dependiente de nadie y si gobierna a los suyos hasta el último aliento”
(De Senectute, XI -38. MARCO TULIO CICERÓN)

Este es el sentido que a mi me gusta de la palabra “mayor”, debemos reconocer que en los medios de comunicación, en la radio, en la TV y en la prensa se usa el término “mayor” como sinónimo de jubilado, pensionista y en general como persona que tiene poco que aportar a la sociedad y que tiene poco interés en sí misma, que tiene poco o nada que aportar porque ya está “pasado”. Parece que en el mundo juvenil, dinámico, agresivo de la sociedad “activa” nada tiene que hacer el “jubilado” (antes se decía “el retirado”). Pues bien, ante esta imagen que se da de los mayores debemos contraponer nuestra realidad: seguimos siendo personas que participamos de nuestra sociedad de la información que ya está en pleno desarrollo, si bien es cierto que no poseemos toda la infraestructura tecnológica ni el marco social necesario que permitiría desarrollarnos más.
La internet nos ofrece el marco de expresión individual que no nos ofrecen los medios de comunicación tradicionales. Ellos crean la imagen, el concepto, el mundo, la ideología alineada con los grandes productores de noticias; La red nos permite producir pensamiento individual no sometido a esas presiones, nos permite alejarnos de los grupos económicos o de los sectores políticos. Nos permite divulgar nuestro pensamiento, nuestra opinión, y yo diría que nos posibilita la participación social de una manera real y efectiva.
La internet es un instrumento poderoso porque crea un verdadero espacio para el debate, para la comunicación, para el intercambio de opinión, y así crea un foro alternativo, que, si llegase a ser masivo crearía también “imagen”,”ideología”,”opinión” y repercutiría en los políticos, con consecuencias muy favorables para nosotros “los mayores”. Dejaríamos de ser “lo que dicen que somos” para llegar a “ser lo que somos”. Soy un firme defensor de la utilidad de este nuevo medio y os animo a todos a hacer como María Amelia y tantos otros que se hacen oír y ver a través del ordenador, del correo electrónico y sobre todo del blog. Es el medio para dejar de ser un grupo social (el de los mayores) aislado y cerrado en el seno familiar. Debemos dar rienda suelta a la imperiosa necesidad de expresarnos como individuos. Debemos crear vínculos entre nosotros a través de nuestros blogs y así desarrollaremos una nueva faceta en nuestra vida, pasaremos de ser lectores pasivos a lectores críticos y participativos. Os animo a ello con toda mi pasión.
Bueno blogueros, me despido hasta que reciba algún comentario que tengáis a bien hacer. Un abrazo, manolo marzal

Unknown dijo...

Querido Manolo. No hace días, en tu casa, me dijiste que lo tuyo no era escribir. Veo que no es del todo cierto, pues lo haces muy bien. Lo que más me ha sorprendido, aunque conociéndote no debería asombrarme, es la juventud de tus expresiones y las ansias de llevar a los jovenes y a los MAYORES, esa gran inquietud de igualdad, solidaridad y, sobre todo, de respeto a unas normas de convivencia que si no hemos elaborado directamente nosotros, sí las hemos aceptado para poder cada cual ocupar su "clonus" en la vida.
¡Ah, los Mayores...! Mucho tenemos que hablar, que pensar y que escribir. Creo que somos los grandes olvidados, no sólo por ser "grandes o mayores", sino ¿acaso podrías mostrarme a veinte justos a quienes interesen de verdad que este colectivo alce su voz? Quizás sólo a nosotros mismos. Debemos de convencernos de nuestra realidad, y ella la expones entre paréntesis, y yo te la transcribo en mayusculas: SOMOS LOS RETIRADOS.
Bueno, no pasa nada. Seamos conscientes de ello y pongámonos a trabajar. Puede ser una base importante en la que apoyar todas nuestras inquietudes, transformarnos a nosotros mismos, a nuestros amigos, a algún que otro enemigo (que de todo hay); decir en todos los caminos que cuando nos cubra la losa en el cementerio o en el nicho que nos hayan asignado, será cuando cerremos nuestra boca.
En cuanto a la cita de Ciceron cabría resaltar que son los deseos hacia un colectivo del cual el propio Ciceron se siente muy cercano (tenía unos 60 años), pero tenemos que saber que de los ancianos que habla son los escogidos por los dioses. La mayor parte no fueron escogidos por los dioses ni nosotros lo seremos. Es decir, las enfermedades degenerativas, la hipertensión arterial, la diabetes mellitus, enfermedades cardiovasculares,etc, son patologías que te van aniquilando e indisponiendote para una vida plena de conocimientos y de actividad, aunque eso no es lo peor; lo peor son las demencias seniles y el Alzheimer,donde desembocan, que van minando y acabando con todo lo que fuimos. A pesar de esto último, la cita de Cicerón podría ser nuestro faro: "UNA VEJEZ HONRABLE...".
Por otra parte, que no piensen los "ACTIVOS", que han acabado con todos nosotros, pues ellos cualquier día engrosarán nuestras filas. De ahí, parte importante de nuestro poder.
También quisera expresar mi deseo a un entendimiento con todos. No sólo de palabras, incluso traducidas a leyes o normativas, sino con hechos reales, éstos no sólo se leen, o se oyen, o se escuchan, sino que se viven, se sienten y se disfrutan independientemente de la edad que tengas.
Un abrazo Manolo, y a todos los que os sintáis implicados.
Juan de Quirós (un anciano de 65 años)

manolo marzal dijo...
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
Blogs de Mayores dijo...

Desde el blog en apoyo al “Premio Maria Amelia López Soliño” a la mejor bitácora escrita por una persona de la tercera edad, te agradecemos el cariñoso comentario de condolencia dejado en su blog y te animamos a estimular a los más mayores a seguir su ejemplo.

Un saludo afectuoso.

manolo marzal dijo...

bueno....¿que os parece tanto comentario o noticia televisiva sobre la corrupción en nuestros aytos. españoles?.A mi me tiene, os lo confieso,apesadumbrado. No se por donde salir...me gustaría huir lejos...me siento defraudado.Siempre he creído que que hay que ser por encima de todas las cosas honesto, sincero en la conducta, respetuoso con los demás, y transformador de la realidad, en busca de un mundo mejor, más igualitario, no sexista, no discriminador, y, por encima de todo honesto. El latrocinio, impensable!. Y va y resulta que es la comidilla de todos los días. Empieza a fastidiarme la hora de comer. Resulta que ya no tengo la tranquilidad de hablar con mi hijo y con mi mujer mientras comemos tranquilamente lo que nos ha costado un buen rato preparar.Me siento a la mesa y resulta que cuando nos ponemos a comer nos invaden con noticias de cohechos, prevaricaciones, detenciones policiales de políticos, nuestros representantes en quienes depositamos nuestra representación....en fin que se te revuelven las tripas...la comida ya no te sienta bien...la conversación que esperabas con tu hijo, sus problemas, el "¿como te ha ido esta mañana en el trabajo?" se diluye ante la maraña de podredumbre política de nuestros indignos representantes políticos. ¿A alguien se le ocurre alguna forma de acabar con todo esto? Aparte de apagar el televisor a la hora de comer...desde luego....

manolo marzal dijo...

hola a tod@s: os mando un enlace para que conozcáis una web que pretende ser informativa sobre asuntos que conciernen a la "Gent Major" de nuestra Comunidad Valenciana, es la Web de la Federación de la UDP de valència. Pretende ser una web que sirva de empujón, de animación a que participéis contando, al hilo de lo que ahí hay, vuestras opiniones sobre todos los asuntos de la vida cotidiana que nos atañen; vuestras quejas y también vuestras propuestas, comentarios y lo que os apetezca. También podéis ver en nuestra web, la revista. Un abrazo a tod@s

manolo marzal dijo...

Los Mayores y el principio de “auctoritas”

Mira por donde, de repente, todo el mundo incluido el Rey, habla de la autoridad moral y respeto que por ello se le debe tener al “maestro”, al “profesor” y a quien de él dependa la formación de nuestros niños y jóvenes, pues en ello parece, por fin, que nos va nada menos que el futuro de nuestra sociedad.
Como podemos leer en la enciclopedia GER “ El término “auctoritas” significa saber socialmente reconocido, o calidad relevante de una persona fundamentada sobre su prestigio. La voz deriva del latín “auctor”, forma a la vez proveniente del verbo augeo (yo aumento). La expresión auctor puede conjeturarse con bastante probabilidad que su significado es el de “responsable”, tanto por cuanto designa al que da respuestas, como al que asume la responsabilidad por ciertos actos, propios o ajenos.”
El origen del problema está quizás en confundir auctoritas y potestas , que es el “poder” socialmente reconocido. En la sociedad actual, se valora poco el relevante papel que juegan, o podrían jugar, los ancianos y por extensión las personas mayores, en relación a la familia y a la sociedad. Ahora se está hablando bastante de la sabiduría de los mayores con mayor o menor convicción. Pero, en la práctica, no se sigue la tradición de épocas pasadas, en que esa sabiduría era reconocida y se tenía en cuenta a la hora de tomar decisiones que concernían a la familia y al grupo social.
En otros tiempos esta sabiduría era una realidad reconocida, que se manifestaba en el consejo de ancianos, en el senado etc.”. Sin embargo actualmente esta sensibilidad hacia los mayores es mucho menor: “¿Hoy, podemos seguir hablando de la sabiduría de los mayores? La verdad es que ya no se reconoce institucionalmente y tal vez se considere más un tópico que una realidad...En el año 2004, fijaos bien hace dos días apenas, se creó el Consejo Valenciano de Personas Mayores y se constituyó el 7 de diciembre de 2005.Tiene como funciones participar, asesorar e informar, en todas las políticas sociales que estén relacionadas con los mayores. Pero ¿es esto suficiente? Ante la crisis de valores, ante la pérdida de este principio de auctoritas incluso reflejado en el trato hacia los Mayores, ¿no sería conveniente una mayor capacidad decisoria de nuestro Consejo? Parece que queda mucho camino por recorrer hasta “normalizar” estas “nuevas” conductas que tímidamente ahora se reivindican…
La sociedad industrial ha tenido que admitir que no podía renunciar a la naturaleza; la sociedad de la información no puede renunciar a la experiencia, la conciencia individual, los conocimientos y la sabiduría de los mayores.

manolo marzal