sábado, 29 de marzo de 2014

¡Que equivocado estaba!


He creído durante décadas que el ideario educativo se fundamentaba en la formación para la igualdad y en la educación en valores. Así hacíamos los profesionales de la enseñanza, y actuábamos a la par que la sociedad y buscábamos normas que lo consolidaran. Ahora que estoy en lo que llama "el sistema" fuera del sistema productivo, veo que ya no es así. Hemos vuelto, ya sin paliativos, a lo puramente mercantil que inspira una sociedad perfectamente clasificada en tres productos sociales: esclavos, consumidores y sumisos. ¡Todo encaja!
Esa es la intención política.

1 comentario:

Unknown dijo...

Estoy de acuerdo. La masa social siempre ha sido fácilmente utilizada por las castas dominantes. Creo que sólo como individuos podemos encontrar libertad en nuestra mente, y bienestar en nuestras propias emociones. Son las únicas armas para luchar contra la esclavitud y el consumismo que somete al grupo. Creo que el único recurso contra la sumisión del grupo social está en la voluntad de cada individuo. O quizás tampoco, ¡vete a saber!